EXPERIMENTAR

La mejor forma de probar cualquier cosa es usándola, el libro electrónico no es la excepción, en medio de festejos por el Día del Libro (23 de abril) es importante conocer las diversas posturas que académicos universitarios tienen sobre el uso de éstos.

"El libro es la invención intelectual más importante de la humanidad, contiene todo tipo de lenguajes, matemático, esperanto, chino o mandarín, y es la mejor forma de comunicarnos", aseguró Ricardo Berlanga del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), y usuario asiduo de libros electrónicos.

Además señaló que el libro electrónico es sólo un tránsito tecnológico, los medios son desechables, lo importante es la transmisión y apropiación del conocimiento, lo que se ha logrado en la educación tradicional porque implica el uso tangible de los libros. En el caso de los libros en versión electrónica la posibilidad es otra, como la disponibilidad y la inmediatez.

Por su parte, Felipe Meneses, del Instituto de Matemáticas, destacó que existen estadísticas que indican que los alumnos usan poco los medios electrónicos en su aprendizaje: “Quizá haya instituciones como la UNAM donde se usen más, pero la mayoría recurre a los medios impresos, cuando lo hacen, ya que no tienen el hábito de la lectura”.

De acuerdo con la revista Business Harvard Review, de enero de 2010, la forma impresa es aún el mejor medio para transmitir las grandes ideas, además Meneses señaló que hace falta hacer investigación empírica para conocer el uso adecuado de los recursos electrónicos como del que se habla aquí.

Ana Meda, de la Facultad de Ciencias, señaló que en los cursos de la entidad hay pocos libros disponibles por lo cual deben recurrir al ciberespacio para localizarlos. “Pero al hacerlo nos enfrentamos a otro problema: la piratería, tema que no puede soslayarse”. Sin embargo, los alumnos han hecho de la búsqueda de textos en la red una de sus principales formas de adquirir conocimiento.

El libro es un mediador del conocimiento, pero el aspecto pedagógico debe permear todo el proceso. En cuanto al futuro del libro electrónico, se menciona que es un apoyo a la docencia; además, algunos libros electrónicos le permiten al docente desarrollar sus propias actividades pero debe haber una capacitación sobre su uso, así como sobre aspectos legales ya que muchas veces se desconoce el uso que se puede hacer de las imágenes y videos, entre otros.

Actualmente, la palabra dejó de ser una letra grabada contra una tablilla de arcilla, ahora la vemos representada de otra manera en una combinación de códigos binarios. Papiros, pergaminos, hojas de papel de lino se han quedado atrás, los cambios ocurridos sobre todo en la segunda mitad de este siglo tecnológico han hecho cambiar las máquinas de escribir, la fotocopiadora, las primeras computadoras, la impresora y todas las novedades para llevarnos a una nueva dimensión de entender el alfabeto.

El libro tradicional –al llegar al final del siglo– goza aún de buena salud. Incluso en los últimos años su venta subió en una proporción excepcional de acuerdo con informes de editoriales.

Interesados en el tema sostienen que el avance de la informática y la computación no sólo no han perjudicado al libro, sino que han hecho aportes excepcionales a la industria editorial: se habla de más libros, se fabrican mucho más rápido y a menores costos, se imprime el libro a medida (sobre pedido) sin que su precio sufra alteraciones y se facilita el acceso a la información bibliográfica y a la producción editorial de una manera inimaginable hace tan solo algunos años. Resultaría una paradoja si consideramos un detalle, los no lectores, el mayor enemigo del libro sea cual sea su formato o presentación.

El libro ha sido llevado por la tecnología de la impresión al ciberespacio la computadora y de ella a los usuarios, pero en ocasiones se pasan por alto observaciones de edición que facilitan la lectura como que el tamaño cómodo está comprendido en páginas con un máximo de 60 líneas de texto (40 en promedio), y con un máximo de 80 caracteres (cuyo tamaño ideal es de 12 puntos), como límite. Por encima de esos valores el ojo debe reacomodarse para completar la línea y comenzar la nueva. Este formato de diseño editorial impreso cambia cuando se planifica para otro sistema de lectura como los dispositivos electrónicos.

Lo anterior es más evidente si pensamos en el monitor de una computadora portátil en la cual podemos ver que el campo se limita a no más de 20 líneas de lectura, con un cuerpo de letra cómodo. Además, la posición de la cabeza, las manos, el movimiento de los ojos tienen mejor descanso con un libro, que con una computadora. Sin embargo, aún existe una relación fuerte entre la existencia de toda una cultura basada en libros con determinado formato, y ello incide también en la opción de leer en otro soporte.

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